Como todos los años, para celebrar el día de Santo Tomás, bajamos a la Herri Eskola con ocho alumnas y alumnos de 4º de ESO. Fue difícil la elección, ya que la mayoría quería bajar.
Después de llegar a la escuela y presentarnos, se pasearon por los pasillos recordando los tiempos de la infancia: cómo ha cambiado el centro, hablar con sus antiguos maestros y maestras, ver la entrada de los alumnos de educación infantil…
Y después al trabajo: lavarse las manos sin que nadie se lo dijera, trocear los panes, llenarlos con txistorras y, al llegar el recreo, repartir los bocadillos.
Para terminar, una foto delante de Olentzero y Mari Domingi y volvimos al Instituto. Pasamos una mañana muy agradable.


